lunes, 7 de julio de 2008

Conflictos y cambios

Ya hace más de una semana desde la última entrada. Me he demorado demasiado para cerrar este doble artículo. Pido a mis lectores/as disculpas por omitir su interés y dedicarme otras distracciones más mundanas (si también en éstas se incluye el trabajo). Me dispongo de nuevo a obsequiarles con mi tiempo para que ustedes, si gustan, compartan el suyo leyéndome. La conciencia en ocasiones es esquiva, se recluye en la mente. Y ahora deseo que se libere.


Poco después del encuentro con André partiríamos a Barajas para cojer el puente aéreo a Barcelona. Saldríamos de Peñafiel a las 4 de la madrugada. Con más sueño que un perro pequeño me limpio las legañas dándome una buena ducha. Sacudo pronto la humedad del cuerpo y me relamo el bigote. Nuestra próxima aventura nos llevaría a San Sadurní d'Anoia, la capital del cava, invitados por la bodega Raventós i Blanc. Guau! En barcelona nos espera Sergio con un autobús que nos trasladaría a la bodega.

Aunque la idea necesaria de su fundación se demoró durante algunos años (sus inicios se remontan a 1986) la Bodega Raventós i Blanc da para escribir un libro. Es la historia irresoluta de Can Codorníu, que tampoco se libró de cambios ni de conflictos en el transcurrir de sus generaciones. La historia del hereu (heredero) que llevaba funcionando en la sociedad rural catalana desde los tiempos sin memoria.

L' hereu, por manejos del azar, gozaba de los derechos patrimoniales y asumía la mayor responsabilidad de conducir el clan. En Can Codorníu la figura jurídica-patrimonial del hereu desapareció en 1927, dando paso a lo que conocemos por la actual Codonríu Sociedad Anónima accionarial. En Raventós i Blanc se conserva el espírutu del hereu en el viejo roble que da la bienvenida no sólo a los que llegamos a su bodega, también a los visitantes de la bodega prima-hermana que se sitúa enfrente, la de Codorníu. Pero la filosofía y el concepto del hereu ha traspasado los muros de la casa parial para cruzar la carretera que lleva a San Sadurni y por último trascender en la moderna bodega y viñedos propios que la rodean.

Resumo lo más reseñable. Después de un consistente almuerzo, recorrimos los viñedos y disfrutamos de unas excelentes vistas, con el Montserrat al fondo. Sergio nos guío entre las 44 parcelas y nos explicó las prácticas sobre el viñedo, así como el compromiso de la bodega para ejercitar una agricultura sostenible. El control sobre todo el ciclo se hace más sencillo aplicando el modelo del Château francés: únicamente se elabora con los frutos de las viñas que rodean la bodega. Todo el viñedo es observable desde el mirador de la torre que engalana como una tilde el bello paisaje. El respeto por su suelo le ha valido a Raventós i Blanc la Certificación de Producción Integrada para su viñedo (Febrero de 2008).

Tras la exploración guiada, regresamos al edificio para catar varios cavas y vinos. Para mi desgracia Elisabet no acudió al acto. El grupo entretenido en las libaciones no lo sintió tanto como yo. Pero he de decir que el cava Elisabet de Raventós ha pasado al exclusivo grupo de los vinos que brillan por su ausencia, y aquí nunca mejor dicho. Pero contrariamente a lo que les pasa a muchos de los super-vinos con el don de la ubicuidad y de la invisibilidad, Elisabet mantiene una estupenda relación calidad-precio. Si encuentran ustedes, mis lectores, alguna botella de Elisabet no la compren: ¡secuéstrenla! Es lo que ha de hacerse cuando un rey atesora en su palacio una princesa tan hermosa. Si el tendero-tabernero le sorprende en plena hazaña y se pone flamenco, recuerdele aquella anécdota de Helena y Paris, implore al gañán para que sea comprensivo. Si el tendero-tabernero le dice que prefiere las tragedias de Esquilo a los relatos épicos de Homero, a todo esto, blandiendo un cuchillo jamonero, corran, ¡corran!, que ancha es Castilla.

Entre los vinos catados he de recordar varios. Isabel la Negra 2005, un tinto 80/20 cabernet sauvignon/monastrell, que me sorprendió aunque no me entusiasmó, por su atipicidad, no encajaba bien en mi nariz. La fuerza de la costumbre me impide apreciar todos aquellos matices sorprendentes, expresados en el aire con rotundidad. La Rosa y Silencis 2007 ya me era bien conocidos, por lo que más grato fue mi primer encuentro con el Perfum de vi blanc 2007, un artificio de macabeu (viura) y muscat (moscatel de grano menudo) que responde con delicadeza a la llamada de los neófitos que se interesan por la variedad o por el vino en general. Porque este es un blanco aromático, muy floral, mostrando explosivamente lo mejor de la muscat en la nariz. Y en la boca viene la macabeo para aportar a la estructura acidez, amplitud y final algo cálido, pero que viene bastante bien para dar aliento al jardín que luce esplendoroso en la retronasal. Recomendable para los que viven rodeados de gris hormigón.

Aunque también degustamos el Gran Reserva de la Finca 2003, me quedo con L´hereu Reserva brut 2006. Fué el primero que catamos y tomé nota haciéndole una reseña bastante larga. La voy a resumir en un recuerdo. Recién desembarcamos en el Prat de Barcelona, acostumbrado al olor de la meseta interior, lo primero que apreció mi nariz es que nos encontrabamos cerca del mar. Al poco la pituiraria se acomodó a este nuevo aroma hasta que se hizo imperceptible. Y vino el espíritu de L'hereu a traérmelo de nuevo a mi primera copa. Siempre que quiera recordar intensamente aquel magnífico viaje recurriré a L'hereu. Porque su espíritu se encuentra no sólo en el roble, las instalaciones, los documentos antiguos, el terroir, la labor en el campo,... También se encuentra en sus botellas, pero sobre todo en el factor humano. Todo el personal de la bodega nos hizo sentir como en casa, en familia. El protocolo estaba tan bien implementado que en ningún momento nos pareció que existiese. Y mira que nuestro grupo es complejo para estas sofisticaciones. Chapó a la organización. Chapó al arroz y la merluza de Dolores Duque de la que tomó buena nota el cocinero fiel (el espíritu hospitalario del hereu propició el encuentro). Chapó a Joan Amat i Solé, que hiló una agradable e interesante conversación durante la comida. Me dejo algunos nombres por el camino, pero no me puedo olvidar y me quito el sombrero ante Josep Raventós que me dió toda una lección de como administrar el tiempo.


¿Se pensaban que no iba a dedicar este doble artículo? Ha sido un olvido cosciente. La conciencia es caprichosa. La idea del tiempo, los conflictos y los cambios me vino a la cabeza hace tiempo, mientras mantenía una conversación telefónica con Sergio Santorum, miembro de la familia de Raventós i Blanc, compañero de la III Promoción de Sumilleres de la CCV y, sobre todo, amigo. En aquella ocasión me confesaba que no sabía como corresponder tanto cariño recibido durante tanto tiempo compartido. No es para menos. Sergio es una persona que sueña con las rayas de la carretera. Como pasan los hitos. Como los segundos se fugan más allá de la luz, monótonamente, donde la oscuridad lo devora todo. Entre las largas pausas que son sus continuados viajes, disfruta de los momentos agridulces: el encuentro con sus clientes y distribuidores. Y digo disfruta, porque valora el tiempo.


Sergio, CC y CC te están dedicadas a tí y a tu familia (la de Galicia). El cambio que supuso en tu rutina los lunes y los martes de estos seis hermosos meses guárdalos en el haber. Pero que no te suponga conflicto alguno el pensar que nos debes tiempo. Este preciado bien guárdalo para tu familia, bien merecedora de la gracia. Yo también guardaré en la conciencia el tiempo que compartimos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo quiero sere hereuuuuuuuuuuuuu!!! Una historia interesante, apasionante por momentos, la de estos bodegueros. Pero Conciencia, lo de incitar al robo a sus lectores con la excusa de que si Edipo pasaba por aqui.... Je je je!

La conciencia del catador dijo...

No incitaba al robo, incitaba al secuestro. Otra cosa es que el tendero-tabernero tenga la sensibilidad en el bolsillo y reclame su parte en el asunto. Pero lo cierto es que Elisabet tiene "algo". Por momentos recuerda a un buen champagne francés. Sin duda es un vino con alma.

Anónimo dijo...

Impresionante, Joe ya me pongo melancolico de recordar, no solo la familia y casa raventós. Ya me acuerdo de esos lunes y Martes fantastico esas clases magistrales, y a Morfeo cuando pasaba por clase.
Hay una cosa que la gente tiene que tener muy clara en lo que dice La Conciencia de Raventós y Blanc es que la calidad de sus vinos es magnifica y no lo digo por que nos trataron bien ni por nuestro amigo Sergio. Es por que las cosas bien hechas bien saben.
Me acuerdo como si fuera hoy cuando dimos nuestra clase de cavas con Josep Raventos o (Pepe)nos pregunto que significaba para nosotros el cava en tres palabras:
-Vino, Alegria, Celebracion. Fueron mis palabras que a lo que se referian eran a fechas concretas pero no ha un buen trato del cava.
A dia de hoy sigo diciendo esas palabras cuando me acuerdo del cava Manuel Raventos gran reseva personal. Vino por que le sigo recordando meses despues. Alegria joe no sabeis lo que es casi llorar por poder provar. Y celebracion esa fiesta en la nariz y en la boca ess una gozada se lo aconsejo a todo el mundo a y si quieren me lo comparan con algun champan frances de reconociada marca.
Bueno la foto muy bonita conciencia pero pa la proxima me tapas la boca con el photoshop. (es asi no)
un abrazo muy fuerte a todos y en especial al III curso superior de sumiller.
Besos..

Anónimo dijo...

Qué emotiva la entrada, me corroe la envidia al contemplar esas verdes estampas catalanas. Qué bien aprovechado el viaje, qué bien compartida la experiencia. Sinceramente tiene que ser un placer compartir mesa con gente que ha hecho tanto y tan bien por el mundo del vino. Me debes un brindis con Elisabet, tiene que ser una "mujer" encantadora.

Ally McBeal

Anónimo dijo...

Muy bueno tu blog, ya lo tengo entre mis favoritos para visitarlo diarimante, muy buenas notas y fotos. Un abrazo desde Argentina, José

lacortecatadresdoc.blogspot.com

Anónimo dijo...

Sin duda valió la pena perder una noche de sueño para viajar a Raventós i Blanc. Nuestro querido Sergio nos lo compensó con creces convirtiéndose en un improvisado gurú que nos hizo soñar despiertos a través de los increibles paisajes, los viñedos, la bodega y sus más preciados recovecos.
Mi éxtasis (y perdón por este momento místico pero no puedo por menos, me sentí privilegiada)fue cuando nos llevó a comer al saloncito familiar. Una biblioteca llena de manuscritos y libros antiguos y sofas que encerraban historias en si mismos... No se si me emocioné más con el cava, la merluza rellena, la compañía o el libro de visitas de hace siglos del que no entendí nada, pero que bonito! La armonía se podía respirar, saborear. El secreto a voces de la bodega.
Un verdadero placer.
Marina

P.D.: Que buena foto de sumilleres.Da gusto veros a todos. Parecemos buenos. Que coñe!somos buenos!incluso Conra.

La conciencia del catador dijo...

Conra. No se arreglar esto ni con fotochop. Tenía otra foto pero sale demasiado borrosa. Se supone que debíamos decir "güisqui" con el flash. Ya sabes lo que pasa cuando se dice "patata". Ajo y agua. Y gracias por ofrecernos tu visión (aunque sigo un poco enfadado contigo, infiel).

Ally. Espero conseguir pronto algo de Elisabet. Serás la primera en probarlo. Veremos si sucumbes a sus encantos como ya te paso con Maximin.

Jose. También yo actualizaré mis conocimientos y disfrutaré de vuestro blog.

Marina. Estoy contigo. La armonía que se respira (¿el espíritu del hereu?) de algún modo también se siente en los productos que elabora esta casa. No me extraña que te gustara el momento con Joan y Sergio presidiendo la mesa. Respecto al sofá que encierra historias (el sofá del hereu) casi te absorve a ti también. Por un momento pensé que te quedabas electrocutada hundida en sus muelles.
Y sobre si conra es bueno... no se. Ahora le da a "la otra botella" y sólo se pasa por "la conciencia" para abrir la boca ;-D

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

me veo en la obligación de comentar la jugada...¡¡¡que viaje de fin de curso que nos sacamos de la manga!!
y es que esta visto, mis queridos compañeros, que lo que nos proponemos, lo hacemos!! (y si no viajen hasta el momento Jerez de la Frontera entre otros...) Así que por favor, sigamonos proponiendo estas bellas metas para poder disfrutar luego recordandolas con la ayuda de nuestra conciencia que las hace aun mas místicas si cabe...
Un beso de la Pilonchi (que asin quedó bautizada por un párroco concienzudo que por borracho enamoradizo se salió de la orden para acabar convirtiendose en la conciencia del catador...) ;)

Anónimo dijo...
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