lunes, 19 de mayo de 2008

Trabajo de chinos

Recientemente he leído en el gran catador, que la portentosa China puede convertirse en cincuenta años en la primera productora de vinos de calidad a nivel mundial. En un principio, esto no me produce ni frío ni calor. Luego, mi media naranja publica en El Norte de Castilla, que los chinos ya producen tres marcas: el Gran Muralla (vaya, vaya) parece destinado al mercado de las franquicias del mismo nombre, seguro que me toparé con él, aunque ya no las frecuente como cuando ejercía de estudiante en Salamanca; El Dinastía suena a culebrón asiático y eso me encanta, espero probarlo; por último, el Yantai Changyu le buscaré por todas partes porque quiero compartir la experiencia con mis amigos. Imagina nuestras caras intentando pronunciar su nombre. Como comprenderéis, en ningún caso me lleva el deseo de comprobar la calidad de los vinos chinos actuales, más bien me invade la curiosidad.


Lo más probable es que la visita de la delegación comercial china a riberexpo se deba fundamentalmente a que se acercan los XXIX Juegos Olímpicos, y se espera una oleada de occidentales que demandarán vino occidental en las ciudades donde se desarrolla el evento. El gran catador también publicaba el uno de abril que otra delegación comercial visitaba Burdeos con tal fin. Todo me parece muy normal. Y si la lógica se impone, habrá un buen número de filomaderistas allá donde Cristo perdió el mechero, con lo que mañana espero ver a los bodegeros-feriantes felices e ilusionados. Lo espero porque mi empatía desea que aquellos elaboradores que en ocasiones nos han hecho volar subidos a sensaciones, recuperen la confianza y nos la contagien a los demás. Ahora sueño.

Pero luego me viene una anécdota a la cabeza. No hace mucho mi amigo Jose Félix, comercial de Monteabellón D.O. Ribera del Duero, me habló de su viaje a China. Iban organizados en una delegación comercial organizada por la Excal, la agencia autonómica de exportaciones. Creo recordar que visitaban Shangai y Pekín. En una de las ferias se le acercó un fabricante nativo que se ofrecía a fabricar su vino a mitad de precio. Mi gran amigo, le pregunataba atónito cómo iba a copiar la etiqueta de certificación de la D.O. y qué iba a llenar las botellas. El confiado mandarín aseguraba a través de la traductora que sí, lo haría a mitad de precio. He de reconocer que parece surrealista. Pero creo a Jose Félix, y pienso que la frustración que se adivinaba en su cara era sincera. ¿Te imaginas ir a vender tan lejos y que al final te intenten vender algo a tí?

Con esta perspectiva vuelvo a leer el primer artículo de el gran catador. El estudio elaborado en Gran Bretaña por la tienda londinense BerryBros & Rudd vaticina la popularización de uvas genéticamente modificadas y el uso de nuevas tecnologías. El resultado: en el futuro la gente comprará los vinos más por su marca o su sabor. Este estudio no me lo tomaría muy en serio si no fuese por la anécdota y porque ya se empiezan a barruntar este tipo de hábitos consumistas. Y ya me empieza a mosquear el asunto. Ahora que he dejado de fumar, ¿me encontraré viejecito en un mundo que compra su botella de vino como el que compra por automatismo tabaco? ¿Y los hosteleros ganaremos la misma miseria que con el insano y sucio vicio que tantos quebraderos de cabeza nos proporciona? ¿Fusilarán los chinos replicantes que vienen los mejores caldos del mundo generando industrialmente copias perfectas de añadas específicas? Estaré conspiranoico.

En fin, no se si volveré con el Marlboro o me esperaré a que auncien mi vino favorito en la manos de un petulante cow-boy en plan Brokeback Mountain. Me he quedado un poco destemplado. Pero confío en que el mundo del vino no nos depare un mundo tan impersonal. De todos modos, mientras la hecatombe se avecina procuraré llevarme todo lo que pueda por delante.

Esta entrada se la dedico a Agapush y, como no,
a Jose Félix y Juanma de Monteabellón.
Imagen publicada con, espero, el consentimiento de Jose Félix, Juanma y de los dos ribereños que les flanquean.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo articulo, muy bien documentado. En China gusta el vino tinto, el del exterior, y se empiezan a elucubrar un gran negocio que tiene de nuevo como protagonista a los tintos, pero los suyos.

El otro día escuchaba un comentario en Radio Valladolid en directo desde la feria de Peñafiel, dónde la periodista preguntaba incrédula a una mujer china que sí de verdad en su país se plantaba viñedo, que ella pensaba que sólo tenían campos de arroz. Yo pensé lo mismo al instante. Pero claro, los chinos tienen muchas y muy buenas cualidades y entre ellas está la de saber avanzar. Lo malo es que suelen hacerlo por imitación, y que conste que lo digo sin querer faltar. Lo que pasa es que el original es siempre mejor, lo podemos comprobar en la vida mismas. Con el vino, lo mismo.


Un Ribera será siempre un Ribera, un Penedes un Penedes y un Rioja un Rioja. Con sus caracteristicas, su clima, la personalidad de quien lo hace y todo lo demas. Un Ribera chino sera un Ribera chino. Tal vez parezca autentico, esté bueno. Pero nunca tendrá la esencia del original.

José Luis Giménez dijo...

Ciertamente interesante el párrafo firmado por 'anónimo'. Un Ribera siempres lo será, así como Penedés, Rioja, Pomerol... peroooo.... ¿podriamos distinguirlos? Yo no, desde luego. Soy marcadamente pesimista en relación a la homogeinización vinícola que nos aplasta... Saludos. Jose.

La conciencia del catador dijo...

Anónimo, gracias por tu comentario.

No se Jose Luis. Pienso en el éxito de los verdejos, en el desarrollo de nuevas levaduras modificadas genéticamente, la aceptación de las manoproteinas en Argentina,en la investigación constante en nuevas técnicas y tecnologías, en los chinos y en que se yo que otras cosas. Al final, seremos personajes de otro tiempo y los del futuro se reiran de nuestras excentricidades.
Parece que en la actualidad sólo importa el resultado, y este último siempre está ligado al beneficio.
Seguiremos dando guerra por los foros cibernéticos y en otros círculos más materiales.

Un saludo.

José Luis Giménez dijo...

¿Y qué decir del último soniquete de la dealcoholización? ¡Está el panorama que dan escalofrús! En efecto, el resultado económico (¿es posible que exista otro?) es lo único que importa a cualquier precio y consecuencia #-/
Saludos,
Jose

Anónimo dijo...

Hay Conciencia me ha gustado tu articulo.
Pero querria dabatir alguna cosa.
1- ¿Porque tener miedo a que sean los primeros en cantidad?
La pregunta que nos deberiamos hacer es como van ha hacerlo con uvas geneticamente modificadas y que tipos de vinificaciones como las que hacen en el viejo continente con leyes un poco mas estrictas o como en el nuevo mundo casi al libre al veldrio añadicion de componentes aromaticos.... o como en francia chaptalizacion.... ya veremos.
Yo pienso que si lo hacen bien pues uno mas a vender y como se dice en esto " QUIEN MAS CHIFLE CAPADOR "
Ah una cosa que no hemos comentado para que ser el mayor productor si hay exceso de vino en el mundo.
A mi lo que me da miedo es en:
" IMITACION, FALSIFICACION, ENGAÑOS"
Esto parece irrisorio o de pelicula. Y si un Ribera sera un Ribera y Rioja un Rioja..... Pero esto no lo sabe todo el mundo. El otro dia alguien me comento que solo el 1% sabe de vinos.
A lo que puede llevar esto es a que dentro de poco tiempo puede darse el caso de ir por el rastro de cascorro y poder comprar un Vega sicilia, Pingus, Super Toscanos, Chateaux Franceses.
Falsificaciones y fraudes sobre vinos ya se han dado en Francia, hace poco lei un articulo.
Ademas quien no ha escuchado alguna vez a alguien yo varias veces:
"Tengo 6 botellas de Vega Sicila sin etiquetar que me las han vendido el primo de mi mujer que es amigo del coño de su mama...etc etc "
A si que a esto si hay que tenerlo miedo porque una imitacion de un bolso o de una prenda se puede saber. De un vino tambien pero no tan facil.
Todo se vera cuando de aqui unos años el 60% haya probado pingus a ver quien los distingue.
Saludos

La conciencia del catador dijo...

Estimado Jose Luis. Uno de los ejemplos universales para refrendar el imperio del resultado es la cadena McDonal´s. No se como este concepto gastronómico puede trasladarse al mundo del vino. Pero seguro que alguien se las ingenia y nos ilumina con una gran campaña publicitaria.

Brinca Cepas. No tengo tanto miedo al potencial chino en materia de producción como a los medios tecnológicos que en el futuro se pueden utilizar para conseguir un buen producto (¿de calidad?. Hoy puede parecer de ciencia-ficción que se pueda reproducir en un laboratorio un Château d'Yquem de 1876, pero no resultaría extraño que dentro de 50 años éste producto pueda comercializarse con el brillo de una marca reconocida.

Discrepo con lo del 1% No creo que haya tanta gente que realmente sepa de vinos. Los poquísimos que saben, seguramente no hablan de ellos. Sí somos muchos los que nos abandonamos al disfrute del vino con pasión y en su integridad: a las obras de arte y a las cagadas, al que se nos ha ido de la bodega, al que nos ha dado corcho, a la sorprendente novedad, al vino con polémica y en definitiva a la variedad. Las malas cosechas también nos hablan de la vida. Las enfermedades, los desastres naturales nos recuerdan que para reconocer lo grato que nos regala la naturaleza es imprescindible conocer lo ingrato. Pero los extraterrestres reconocen a los humanos por su pensamiento abstracto y por la habilidad de compensar lo ingrato de un jarrete de vino peleón combinándolo con un guiso grato y contundente.
Respecto a lo de las falsificaciones, hay si que me acojona el potencial de china. Si allí se genera un consumo interno importante (con un litro de vino por persona al año bastaría) pronto los productores-elaboradores se verían respaldados para invadir el mercado extranjero con su genuina manera de entenderlo (¿capitalcomunismo?).
De nuevo nos encontraríamos con problemas para desarrollar leyes fronterizas propias que no entren en contradicción con las instituciones internacionales que abogan por el libre mercado.
Lo lógico es pedir también a estas instituciones un etiquetado completo y universal acorde a los nuevos tiempos. Y luego, como dice un gran hostelero de Carbonero el Mayor (segovia): "Engáñate tú mismo".
Saludos a todos.

José Luis Giménez dijo...

Yendo el vino de la mano de la gastronomía -pese a los supermegavinos que hacen dificil pareja de la comida- no tardará en extenderse el fast-drink como lo ha hecho el concepto de "alimentación" de McDonalds o Burger King y demás ralea. Creo que ya podemos ver unos primeros pasos en conceptos como el Yellow Tail o la publicidad que había hasta hace poco en la CNN de Casillero del Diablo.
Saludos,
Jose

La conciencia del catador dijo...

Mierda. Hoy he catado el Dominio de Tares Cepas Viejas 2005 para rematar el artículo del Bierzo y... tenía brett en cantidad! Menudo un mosqueo.

Jose Luis. Eso de denominar reserva a un vino por su grado alcohólico (me lo comentó el enólogo de Cepa 21) no hace que se alegre mi día sino todo lo contrario. Menudo cachondeo tiene el tema. El artículo de Manuel parece corroborar las tomaduras de pelo que nos brindan los publicistas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola: De nuevo el ruso:

Ni se te ocurra volver al Malporro, que no te aporta nada bueno, mejor buen vino que hace buena sangre y aligera el espíritu.

Lo de China yo creo que no va a funcionar bien, igual que los viñedos del Este. La tierra necesita conocer la viña, y aquellas tierras de viñas saben lo que yo, más bien poco, y los chinos aun menos.

Saludos