jueves, 29 de mayo de 2008

Viajamos a Vinoble 2008


La conciencia se levantó a las o5.oo AM. Como siempre que sale de viaje la excitación no le deja conciliar el sueño, por lo que duerme poco y mal.

Los farolillos del Parque de la Judería animaron mi desayuno hipercalórico. La jornada se presentaba intensa y muy larga. Lo primero era revisar que no me faltaba nada. Rebeca me había hecho la maleta con dedicación: un acto machista, un regalo de amor. No tuvieron tanta delicadeza los empleados de AENA que la destrozaron primero en la IDA, luego en la VUELTA... Más tarde comprobé con horror que había olvidado mi libro rojo, en el que recojo las notas de cata...

Cuando la aurora, con sus dedos de rosa, desplegó las primeras luces de la mañana partí a Torrecilla del Pinar. Allí me esperaba Conra. Antes me perdí cruzando Fuente Sauco de Fuentidueña. La anécdota me demoró el tiempo suficiente para andar apurados de tiempo. Por suerte Conrado había arreglado con unos amigos facilitarnos el aparcamiento y el acceso a la Terminal 2 de Barajas. Un oportuno acto de amistad con el que ganamos unos minutos.

La cola para facturar era como de costumbre. Luego anuncian el último minuto para colarte y no perder tu vuelo. Pasas por delante de todos los que te antecedían y te preguntas para qué tantos mostradores vacíos y por qué nos someten a éstas molestias innecesarias. La respuesta quizás esté en justificar los privilegios de los pasajeros VIP, que pueden ver con regocijo como los de clase turista se joden esperando mientras ellos facturan al instante, en unos mostradores siempre llenos, con mujeres bellísimas, bien pintadas y sonrientes. Encantadas de estar enfrente de sus compañeros estresados por la marabunta.


Entramos en la zona de embarque. Nos colocan un almuerzo aeroportuario en uno de esos chiringuitos abarrotados, nada placentero, pagado a cojón de mico y al contado. Compensa con la alegría de encontranos con nuestros compañeros ebrionautas.Volamos a Jerez de la Frontera, donde nos espera la feria dedicada al vino dulce, licoroso y generoso, la mejor del mundo y la única que conozco de estas características.

Explicar lo que es Vinoble es complicado para los que no están relacionados estrechamente con el mundo del vino. En datos, la bianual reune a expositores de más de 70 regiones vitivinícolas de 22 países. En total más de 1200 referencias, muchas de las cuales no se comercializan en España. Uno de los principales motivos de esta situación quizás sea porque no hay representantes nacionales interesados en luchar por su distribución. El desconocimiento y las modas dejan poco hueco a una virtual aculturación vinícola. Una pena que la variedad no logre imponerse al consumo masivo y marquista. En el caso del magnífico y complejo Tokaj Oremus 5 puttonyos que produce Vega Sicilia en Hungría se debe a que está inmerso en la oscuridad del sistema de distribución por cupos que tanto agrada a las élites que se desplazan en clase business.

Pero ahi va la visión romántica de "la conciencia" para la VI Edición de los vinos Nobles, Generosos, Licorosos y Dulces Especiales. Un evento que la ha marcado no sólo profesionalmente, también personal y anímicamente, reafirmando su intención a dedicarse en cuerpo y alma a adquirir y compartir conocimientos sobre éste particular y novelesco mundo de chaladura etílica.

Vinoble es un gran zoco medieval emplazado en los jardines del alcázar jerezano y en las estancias del palacio de Villavicencio. Aquí y allá se sitúan tenderetes donde los comerciantes y nobles representantes de multitud de regiones del mundo hacen de embajadores de su cultura vitivinícola. Se instalan jaimas donde delegados, técnicos y elaboradores ofician presentaciones de sus productos. Y se catan, andándote listo, vinos seleccionados acompañados de explicaciones por parte de expertos y ayudados, a su vez, por las más modernas técnicas audiovisuales que los asustados fantasmas del palacio renacentista tachan de brujería. Entre las almas prisioneras en este mundo se encontraban cronistas, curiosos, catadores, comerciantes, personal palaciego, cortesanos-gorrones, lo más granado de la enochaladuría venida de todas las partes del mundo y bufones tatuados como "la conciencia".

Continuará...






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Compañero de guerra,

El comienzo de mi aventura no fue tan ajetreado como el tuyo, pero no asi el final. La semana se complico en Madrid, por causas ajenas a mi voluntad, y gaste alli mas tiempo del debido, asi que llegue ayer en volandas cambiando por el camino la maleta por un mandil.
Todavía estoy retomando las costumbres y saliendo poquito a poco del Sur para reencontrarme con mi Norte (que quedo algo trastocado el pobre). Pero esta costando… En parte por la falta de horas de sueño que llevo encima , en parte por estos dias grises, con tormenta salvaje incluida que ha formado una bonita gotera justo encima de las mesas montadas para el bodorrio de esta noche (me parto y me troncho). Asi no hay manera. Se puede decir que estoy pasando por un firme síndrome de abstinencia. Necesito un chutecito de vinoble!!ay ay ayyy.

Pero he descubierto un truco para pasar el mal trago: meter mano a los recuerdos y recrearme con la dulzura de los Banyuls y sus apasionantes aromas, con la frescura de la malvasia canaria, la delicadeza de los tokaj, la originalidad de los ice wine de Vidal....y me quedo mas ancha que larga! Me recreo en mi porteria verjada del “Al Andalus” ,que comparti con Omaita Paloma. Desde alli vi desfilar a personajes de lo mas pintorescos, incluidos todos mis compañeros, dulces y nobles donde los haya, como el mejor de los mejores Chateau d’yquem. Tambien me quedo con las calidas noches en vela por las calles, risoterapia, danzaterapia, cubataterapia, terapia de grupo, terapia inversa...y la misteriosa catedral siempre vigilante.

Todo un conjunto de ingredientes y sensaciones que han dado como resultado un viaje inolvidable, de agradable, persistente e intenso postgusto.

Sumilleres, Siempre nos quedará Jerez…


Besos y salmorejos

Anónimo dijo...

Ah por fin ya he acabado y estoy en la habitacion... que descanso.
Aunque he perdido la partida al tute con mis tres clientes de esta noche no me quitara el sueño.
Hay dos cosas que me quitan el sueño.
1- Vosotros y Jerez que sigo dandole vueltas y mas vueltas de lo genial que fue, fueron como esos ejercicios espirituales que hice cuando hiba para cura, vienes con el alma risueña y contenta, y vas repartiendo alegria. Tambien contento por haber esperimentado con bebida de dioses....Boabdil...Finos.....Malvasias.... Y esa mañana del miercoles que quedara en mi retina. La verdad que me falto poco para llorar.
2- Esto me quita mas el sueño el ingles joe no soy capaz de hablarlo sereno y quieren que lo hable con vino. Bueno quien sabe.

Anónimo dijo...

Siendo yo con mi prudencia

quien preside las viandas,

desde el vaquero mas pobre,

a los mejores patriarcas.

Tengo en Flandes señorío,

soy la virtud en España,

de Francia soy excelencia,

soy la alteza en Alemania.

Tanto mas que al Padre Santo,

me quieren a mi en Italia,

soy lo mas grande de Hungría,

lo mas querido de Holanda;

Rusia me trata de usía,

Bélgica cosa esmerada,

y por beberme se pierde

la nación de Dinamarca.

La conciencia del catador dijo...

Mi Conra y mi Marina. Que gran descubrimiento. Sois conciencias alojadas en almas viejas. Como los grandes y complejos vinos necesitáis de paciencia y devoción, para ser decantados, oxigenados, vividos en plenitud. Os adoro.